A primera hora del lunes, los "camisas rojas" habían ignorado los llamados del gobierno a abandonar sus posiciones en el centro de Bangkok, mientras que el ejército intensificó el cordón de seguridad alrededor de ellos.
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Un pequeño aeroplano lanzó folletos pidiendo a los aproximadamente 5 mil manifestantes que abandonen su campamento fortificado hacia las tres de la tarde del lunes o se enfrentarían a cargos criminales con posibilidad de terminar hasta dos años en prisión. La petición tuvo poco impacto y los disturbios se recrudecieron en varias partes del centro de la ciudad.
También el lunes, el general Khattiya Sawasdiphol, que estaba considerado consejero militar de los "camisas rojas", murió en el hospital después de haber sido disparado en la cabeza el jueves, lo que fue el detonante de la última escalada de tensiones y violencia.